No te quedes sin guardar tu coche en el garaje

Desde que en plena Revolución Industrial comenzaran a desarrollarse diferentes modelos de automóviles comenzó a surgir la duda acerca de qué hacer para evitar que alguien los robara o les causara desperfectos. La primera solución fue guardarlos en pajares o graneros, y ésta fue la fórmula preferida por mucha gente hasta que se fueron diseñando y construyendo las primeras cocheras.

Es verdad que hoy por hoy es algo que muchos vemos como normal y a lo que no le damos una gran importancia, pero hay que reconocer que el poder guardar el coche en nuestra propia casa es un auténtico lujo. La seguridad que con ello ganamos es considerable: nuestro vehículo no se verá afectado por las inclemencias de la meteorología y, de paso, evitamos que alguien pueda ocasionarle algún desperfecto.

Como la tecnología no para de evolucionar ni un solo segundo, ya no es necesario tener que poner el freno de mano al coche, bajarse y abrir la cochera con llave. Ahora existen, por suerte, los mandos que accionan las puertas del garaje y que nos hacen esta situación mucho más cómoda.

Cuando mi familia y yo cambiamos de casa hace unos años, uno de los elementos que considerábamos fundamentales era que la vivienda poseyera una cochera para guardar nuestro vehículo. Nos encargamos de que la portada se abriese de manera automática con un mando de garaje y no tuvimos problemas durante algún tiempo. Después, el mando que teníamos se estropeó y de pronto nos encontrábamos con la necesidad de buscar otro lo antes posible para que pudiésemos seguir guardando nuestro coche con normalidad.

Queríamos una solución rápida y eficaz. La empresa que nos vendió el mando que se nos había estropeado nos decía que tardarían un par de semanas en conseguir uno nuevo, pero nosotros no nos podíamos permitir el lujo de tener el coche aparcado en la calle durante quince días debido a que en nuestro barrio está prohibido estacionar y tendríamos que andar durante varios minutos para llegar a nuestro coche.

Decidimos buscar una nueva empresa que nos suministrara el mando en el menor tiempo posible. Por Internet, una de las páginas web que visitamos a tal efecto fue www.mandobox.es, una empresa que ofrecía mandos de cualquier marca y con diseños muy variados y que lo enviaba en un plazo máximo de 48 horas. El precio, que no era para nada suculento, nos terminó por convencer. Por eso decidimos concretar la venta de dos mandos (uno para mi mujer y otro para mí) y tenerlo todo arreglado cuanto antes.

En un día volvimos a la normalidad

Al día siguiente de hacer el pedido ya teníamos los mandos en casa. Antes de nada, decidimos probarlos para comprobar que funcionaban y, efectivamente, no nos dieron ningún problema. Por suerte habíamos dado con Mandobox.es para solucionar este asunto de manera rápida, barata y casi sin ninguna complicación. Cuando la empresa a la que habíamos comprado el primero de los mandos nos comunicó que tardaría dos semanas en facilitarnos uno nuevo nos asustamos. Llegamos a pensar que no encontraríamos nada mejor que aquello y que nos tocaría andar un buen trecho cada mañana para poder llegar a nuestro vehículo.

Y todo ello sin contar lo que ya he comentado: el tema de la seguridad. Gracias a la adquisición rápida de nuestros nuevos mandos hemos evitado que el coche durmiera en la calle, a merced de posibles roces y golpes que pudieran ocasionarle y a merced también de la suciedad que se desprende de los árboles y de ciertas lluvias que tienen lugar durante el otoño.

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