Qué hacer para que la ropa de los niños nos dure más tiempo.

Niño guardando ropa.

Un tema que nos ha preocupado a los padres desde siempre ha sido la duración de la ropa de los niños. Nos pone de mal humor que unos pantalones se rompan cuando han pasado 2 meses desde que los compramos. Tenemos que ir corriendo a comprar otro nuevo. En este artículo vamos a ver los factores que influyen en la durabilidad de la ropa y qué podemos hacer para que la ropa de nuestros hijos nos dure más tiempo.

El aspecto más importante es la calidad de los tejidos. Los fabricantes de Newness Kids, una empresa española de ropa infantil que abastece como mayorista a cadenas y comercios, indican que en la confección de ropa para niños se suelen emplear materiales orgánicos y duraderos. Precisamente, en la resistencia de las telas se pone más atención en la moda infantil que en la de adultos.

Recuerdo cuando era niño. Si se rompía una chaqueta, parecía que la culpa la tenía el niño. Que no ponía cuidado. Un niño está pensando en jugar. No en cómo se quita la chaqueta, cómo la dobla y donde la pone. Supongo que echarle la culpa al chico era la solución más fácil. Entraban en juego otros factores que influían en el deterioro de la prenda y no se apreciaban.

Recuerdo también que tenía un par de compañeros que llevaban la ropa que parecía que venían de la guerra. Los pantalones con rodilleras, las chaquetas con coderas y remiendos por aquí y por allá. No es que fueran pobres. Supongo que sus madres estaban cansadas de tener que comprarles ropa cada dos por tres. Uno de ellos heredaba la ropa de su hermano mayor, pero, claro, la ropa no puede durar indefinidamente, y menos la de niño.

El problema del cuidado de la ropa infantil no ha quedado en el pasado. Recientemente, comprándole ropa a mis hijos, me he dado cuenta de que algunas prendas destiñen en los primeros lavados y que otras se van decolorando con el uso.

Estas son algunas cuestiones que debemos tener en cuenta en el cuidado de la ropa de nuestros hijos.

Tejidos resistentes.

La página web Tipos de Telas señala que el material más utilizado en la ropa infantil es el algodón 100%. Es un material adecuado para los niños en todos los aspectos. Un producto natural, que permite la traspiración, que es flexible, se adapta a los movimientos y es resistente a los roces. Tiene la ventaja de que es uno de los materiales textiles que menos cuidado requieren. Tiene un buen lavado en agua fría, se dobla con facilidad y no necesita mucha plancha.

Los niños se ven graciosos vistiendo con ropa vaquera, pero es que además les dura más tiempo. El algodón se ha utilizado tradicionalmente para confeccionar ropa interior y ropa de trabajo. Una ropa a la que le damos bastante trote. Por eso es perfecto para que sea el tejido principal en el armario de tus hijos.

Otros materiales frecuentes en la ropa infantil son el dralón, el velo y el lino.

El dralón es un tejido sintético con unas características parecidas al algodón. Es resistente, hipoalergénico y tiene una alta resistencia a los lavados.

La lana es bastante práctica para la ropa de abrigo. Conserva el calor corporal y es elástica y flexible. Adaptándose con facilidad al cuerpo del niño mientras le permite una gran libertad de movimiento. En su contra, podemos decir, que la lana requiere más cuidados que otras telas. Se recomienda lavarla a mano para no estropear las fibras y protegerla del efecto de las polillas.

El velo es una mezcla de tejidos. Por lo general mezcla algodón con poliéster o con lino. Es un material liviano, idóneo para fabricar con él vestidos de verano para niñas.

El lino también se utiliza bastante en la ropa veraniega para niños. Absorbe bien el calor y no se pega al cuerpo con el sudor. El problema que tiene este material es que se arruga con facilidad y favorece el crecimiento de bacterias.

La importancia del lavado.

El lavado es algo a lo que no le prestamos mucha atención y si lo hacían nuestras madres. Tenemos tantas cosas que hacer que lo que queremos es quitarnos el montón de ropa sucia lo antes posible, sin poner demasiado cuidado en como lavamos la ropa. Algo que, sin duda, influye negativamente en la duración de las prendas.

Para empezar, la ropa infantil se recomienda lavarla en agua fría, utilizando programas cortos de lavado y usando detergentes suaves. Esto se hace para preservar el color de la ropa y evitar que se encoja.

Es importante separar la ropa por colores. Con el poco tiempo que tenemos para lavar es algo que casi nunca hacemos. Metemos toda la ropa de golpe en la lavadora. Es importante, al menos, separar la ropa oscura de la clara. Así obtendremos blancos más luminosos. Por otro lado, hay colores intensos como el rojo, que no debemos mezclar con otra ropa bajo ningún concepto. Siempre existe el peligro de que destiña.

En la ropa de los niños es normal que haya prendas con “machurrones.” Sobre todo en camisetas y sudaderas. Puede ser que se hayan manchado porque no pusieron cuidado en su momento al comer o jugando en el parque. Estas prendas tenemos que meterlas en remojo y frotarlas un poco antes de introducirlas en la lavadora. Si no corremos el riesgo de que las manchas se hagan eternas. Que el niño o la niña luzca siempre la camiseta con lamparones, aunque la prenda esté lavada.

Por último, la ropa infantil es una enemiga acérrima de la secadora. Ya hemos visto que esta ropa se confecciona con tejidos naturales. El calor que desprenden las secadoras rompe las fibras, por lo que si las secamos la ropa por sistema en estos aparatos, nos arriesgamos a que las prendas se vayan deteriorando. Aunque nos lleve más tiempo, siempre es mejor tenderlas al sol para que se sequen.

Cómo guardar la ropa.

Este es otra cuestión en la que los padres no ponemos todo el cuidado que debiéramos. La ropa infantil siempre es preferible doblarla y guardarla en cajones. De esta manera evitaremos que se nos arrugue y se nos deforme.

Para el cuidado de la ropa es importante el orden. Clasificar los tipos de ropa en los cajones. Las camisetas en un sitio, los pantalones por otro, las sudaderas, por otro lado. De esta forma no tenemos que removerlo todo para encontrar la prenda que buscamos. No es una cosa maniática. Mantener cierto orden en los armarios influye en la durabilidad de la ropa.

Deberíamos contemplar la rotabilidad de prendas. Tendemos a vestir a los niños con las prendas que encontramos en la parte de arriba de los cajones. Si vamos rotando la ropa, conseguiremos que haya un desgaste equilibrado y que las prendas se vistan de una forma más equitativa.

Para ahorrar espacio, los padres solemos guardar la ropa por temporadas. Cuando llega el verano, guardamos la ropa de invierno en un altillo o donde podemos y ponemos la de verano en el armario. Para almacenar la ropa lo mejor es hacerlo en cajones plásticos con ventilación e introducir ambientadores de naftalina o alcanfor para protegerla de los insectos.

La cultura de la reparación.

Una noticia que nos sorprendió el año pasado fue cuando el gobierno francés empezó a dar ayudas por llevar las prendas de vestir y el calzado a los talleres de reparación. La revista Fashion Network nos aporta más información sobre el tema.

Desde octubre del 2023, los talleres de reparación franceses aplican un descuento a sus clientes que después se deduce en el pago trimestral del I.V.A. Para ello, los comerciantes deben guardar una copia del ticket de caja, especificando el descuento y poniéndolo a disposición de Hacienda, cuando lo solicite.

Esta es una medida que va directamente a combatir el despilfarro de ropa. Un fenómeno que se ha convertido en un problema medioambiental debido a la cantidad de ropa de la que nos deshacemos en Europa. Potenciado por tendencias como la “Moda Rápida” o “Fast Fashion”.

La reparación de ropa y calzado son servicios que protegen el medioambiente. Alarga la vida útil de los artículos, reduciendo el gasto de recursos naturales. Son actividades con un bajo impacto medioambiental, ya que se realizan de una manera semi-artesanal.

Los talleres de arreglos de ropa, no solo se encarga de reparar desperfectos que pueda sufrir la ropa. Hacen una actividad tan importante como la de adaptar y personalizar las prendas para poderlas usar a nuestro gusto.

Esto es algo bastante útil en la ropa infantil. En ocasiones compramos a nuestros hijos ropa más grande de la que necesitan. Puede ser porque queremos que le sirva por si crece o porque no hemos encontrado su talla. Al arreglarla, el niño puede utilizarla con comodidad y gusto estético.

Preocuparnos de la ropa de nuestros hijos no es solo comprarles prendas cada vez que las necesiten. Si aprendemos a cuidarlas, les podremos sacar partido.

 

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