¿Cómo elegir una zapatillas de voleibol?

Los jugadores de voleibol saben que no es posible jugar a este deporte con cualquier tipo de zapatilla, por lo que adquiere importancia elegir la más adecuada. En ashisports.es, experto en zapatillas de voleibol, creen que es importante saber qué debemos tener en cuenta en las zapatillas con independencia de la marca que se trate.

Sí que es cierto que las zapatillas de voleibol pueden ser similares a las de otros deportes que se suelen jugar en pabellones, pero las características de juego son muy distintas.

De igual forma, elegir un calzado bueno dependerá de lo que necesite cada jugador, la edad, sexo o peso.

Hay casos en los que no es igual jugar a este deporte con asiduidad, que hacerlo en competición.

¿Qué características debe tener la elección de unas zapatillas de voleibol?

Suela de alta adherencia

Con la gran cantidad de movimientos y acciones que se producen caso de los cambios de sentido y los saltos, es necesario una buena adherencia.

Saltos

En este deporte hay dos fases bien diferenciadas, una es la fase de despegue y la otra es la de aterrizaje, las dos precisan de gran fuerza en dedos y antepié. En el aterrizaje, el tobillo, la rodilla y la cadera pasan a flexionarse de tal forma que se disipe la energía que proceda del impacto contra el suelo.

La forma del pie y su adaptación

La salud y su rendimiento se pueden llegar a ver afectados al usar unas zapatillas para este deporte que no se adapten como es debido al pie del jugador.

La fricción

En el voleibol debe haber movimiento, la fricción en la que consigue transmitir las fuerzas de reacción en el suelo. El uso de zapatillas sin que tengan el agarre necesario lo que hará será complicar la práctica deportiva, pues no se puede aplicar la fuerza suficiente ni la debida impulsión o frenado.

¿Qué hay que preguntarse cuando se tienen que comprar unas zapatillas?

La talla, el sexo que tenemos o la clase de pie que tenemos. Además, a última hora del día los pies normalmente aumentan en cuanto a tamaño.

Las plantillas

Son importantes en cuanto al confort que proporcionan, tanto a nivel mecánico como térmico. Con ello el antepié se protege de sobrecargas y demás lesiones.

¿Caña alta o caña baja?

Es un tema que suscita gran controversia. Los resultados que se han obtenido demostraron que limitar el movimiento del tobillo no suele tener efectos positivos en cuanto a rendimiento en los saltos y en la amortiguación del impacto.

El caso es que usar botas de caña alta en voleibol ayuda a prevenir esguinces de tobillo. Las lesiones suelen producirse entre el colectivo de jugadores.

En el caso de que optes por las de caña alta, lo mejor es optar por las que tienen una escotadura que tenga forma de “V” en la zona que corresponda al tendón de Aquiles, de forma que ayude a facilitar el movimiento de la extensión del tobillo.

¿Cómo se deben atar bien las zapatillas?

Lo normal en los deportistas es atar el cordón ajustándolo a la altura del tobillo, pero a veces no se ajuste en la parte del empeine todo lo debido.

Por ello es importante insistir para que el deportista se tenga que apretar en todo el recorrido de los cruces de sus cordones, para que cuando termine la práctica pueda aflojarse toda la zapatilla.

¿Cómo se cuidan las zapatillas de voleibol?

Todas las principales marcas o las más conocidas en el mercado suelen ofertas unas zapatillas que pueden oscilar desde 40€ hasta 190€. No se puede decir que son económicas, por todo ello, siempre se deben cuidar, aunque únicamente sea para utilizarlas para las pistas.

Lo mejor en este caso es contar con un par de zapatillas para poder ir alternando y que no se deteriore el sistema de amortiguación de forma rápida.

Por lo general, la media de vida de un tipo de estas zapatillas suele ser de alrededor de un año, algo que dependerá de la frecuencia de la utilización.

En este sentido, lo más recomendable es no utilizar las zapatillas para ir haciendo paseos o practicar otra clase de deportes. Por eso es mejor llevar zapatillas de paseo siempre que se puede y después proceder a cambiarlas por zapatillas para la práctica de voleibol.

No se deben lavar las zapatillas, puesto que se van a endurecer y torcer por completo, aunque es posible que suene algo asqueroso.

Lo más normal es utilizarlas y después dejarlas en un balcón o en otro sitio que se encuentre ventilado para así no correr el riesgo de afixia, de tal forma que se puede ir aireando el calzado y con eso será suficiente.

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