Tradiciones Caras

No sé si conocéis la siguiente tradición pero me acabo de enterar de que, en las bodas, los novios brindan con dos copas especiales para ellos. Es el primer brindis como casados y normalmente lo hacen en copas grabadas que luego guardan de recuerdo y exponen en la vitrina del salón. Bueno… eso último lo digo yo, pero es la única opción que les veo. El caso es que yo no tenía ni idea de que eso existía, y ahora resulta que me tengo que encargar de las copas de mi prima por culpa de mi madre que es una bocazas de tres pares de narices.

La situación es la siguiente: mi madre, que no piensa más allá de lo que se le cruza por la mente en el momento, tiene la virtud de decir todo lo que piensa, y ese cómputo de cosas suele traer consigo muchos problemas. Hace tres semanas, en una cena familiar, mi madre le preguntó a mi prima que se casa en agosto, si ya tenía todo lo que le hacía falta. Hablaron un buen rato mientras yo me aburría como una ostra y de pronto le preguntó por las copas. Mi prima entró en pánico: “Mamá, que no tenemos copas para el brindis”, decía la muchacha apurada, y mi madre, que es muy espléndida, le dijo: “No te preocupes cariño, yo te las regalo”.

Mi padre es un santo hombre

Bajamos a una joyería del centro, preguntamos en el Corte Inglés, miramos en tiendas especializadas de novias y ¿sabéis lo que cuestan las dichosas copas? Hay muchos modelos, pero podríamos decir que la media está en los 150 euros. Las hay de 50 también pero son más feas que un pie, de hecho, las de 50 euros parecen sacadas de bazares chinos de lo ridículas que son.

Imaginad la cara de mi padre al sacar cuentas: 100 euros del vestido de mi madre (él y yo repetimos traje), 300 euros de regalo en dinero para la pareja, 150 de las copas de cristal grabadas y noche de hotel el día de la boda porque se casan a 320 kilómetros de casa… ¡Joder con la boda!

“Hay que ahorrar como sea”, me dijo mi padre mirándome con cara de pánico, y eso me ha llevado a mí a buscar como loca las puñeteras copas de cristal por Internet. Por suerte para él, y de rebote para mi madre porque así le ahorro el disgusto, he encontrado una empresa, Cristafiel, que tiene este servicio de grabado de copas y la verdad es que sale mucho más económico que lo que hemos visto hasta ahora. Por ejemplo, tienen una oferta especial ahora de dos copas grabadas de cava de 280 ml con el embalaje incluido por 40 euros, y están bastante bien, no como lo que hemos visto por ahí.

Ahora el problema es hacer llegar las copas al restaurante donde se celebrará el banquete unos días antes de la boda que, como está tan lejos, y yo no pienso ir en coche a llevarlas (eso ya es pasarse) pues habrá que mandarlas por correo. Le he dicho, bueno, más bien le he ordenado a mi madre que las copas se envíen por paquetería en una buena caja con mucho papel de ese de bolitas y una etiqueta enorme que ponga “Muy frágil”. Luego ya si eso que le rece a ese Dios suyo para que lleguen enteras, pero yo no llevo las copas en persona, punto pelota.

He visto que puedo comprar en esta empresa de cartonajes «cajas onda vista» que dicen que son más resistentes que las normales y además, las ondas, sirven de amortiguación si se llevan algún golpe, así que voy a comprar una de esas para las copas, pero es lo último que hago al respecto. Luego ya tendrá que apañarse mi madre y su tremenda boca de buzón para terminar el trabajo y mandarlas por correo de paquetería… Y a ver si aprende la lección y piensa las cosas antes de decirlas así, al tún tún.

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