Cuando ya sea lo suficientemente grande para tener su primera moto, nuestro hijo probablemente se emocionará y querrá tener el mejor modelo y el de más potencia. Mientras que, por su parte, los padres se sentirán angustiados por su seguridad y querrán elegir el modelo más seguro para ellos.
En cualquier caso hay que ser muy conscientes del respeto que hay que tener hacia este medio de transporte, porque, sin ser alarmistas, las estadísticas apuntan que hay 18 veces más posibilidades de tener un accidente en moto que en coche.
Sin embargo, si tomamos las precauciones adecuadas, compramos el modelo más seguro (por ejemplo, una scooter para los más jóvenes) e invertimos en un buen seguro, podemos darles la oportunidad de que vayan ganando autonomía en la vía.
Scoomart, expertos en motos y scooters, te explican con detalle todo lo que tienes que saber antes de comprar la primera moto de tu hijo.
¿Qué moto elegir?
Ante todo seguridad
Lo más importante cuando se decide comprar una motocicleta es la seguridad. Hay que tener en cuenta los sistemas de seguridad (por ejemplo, el ABS o CBS) que podemos adquirir.
Otro punto importante es saber transmitir a nuestro hijo la peligrosidad de este medio de transporte y la importancia de la prudencia y la responsabilidad al manejar. Además, es muy recomendable que lo animemos a hacer algún curso de conducción segura para motos, donde pueda aprender a anticiparse a posibles peligros e imprevistos.
Por otra parte, también es clave adquirir un buen equipo de conducción que incluya una chaqueta especial para motos, unos guantes, y por supuesto, un casco de buena calidad. El casco será la primera y única barrera de protección en caso de accidente, y por eso invertir en buena calidad es muy importante.
¿Scooter o moto de marchas?
Una vez tomada la decisión de comprar la moto, una de las primeras preguntas que nos asalta es qué clase de motocicleta comprar, ¿una scooter o una moto de marchas?
Las scooters sin lugar a dudas son las motos más funcionales para conducir dentro de la ciudad. Además que ofrecen comodidad, una mayor protección frente a la lluvia y el viento gracias a que normalmente las piernas van cubiertas por el frontal de la motocicleta y que también permiten la instalación de una tela impermeable para toda la zona de cadera y piernas. Sin contar que hoy en día, la mayoría de los modelos tienen espacio en el cofre para almacenar objetos como una mochila o un casco extra.
Su funcionamiento es a la vez mucho más simple que el de una moto de marchas. El pilotaje de una scooter es menos preciso que el de una moto de marchas, pero es mucho más sencillo, y ya que se tratará del primer vehículo, lo recomendable es que se estrene con lo que resulte más fácil.
En cambio, una moto de marchas tiene el punto a su favor de que suele ofrecer un mayor control por parte del piloto. Una vez que se cuenta con algo de experiencia con las dos ruedas, las posibilidades que ofrece una moto de marchas no las da una scooter. La capacidad de reacción respecto a un objeto o un vehículo imprevisto es también mucho más rápida. Además, por lo general, una scooter tiende a ser menos estable que una moto de marchas, que dispone de un peso mejor repartido porque tienen el motor justo sobre el punto de gravedad de la motocicleta, lo que le da una mayor estabilidad.
En conclusión, las dos variantes tienen sus ventajas y desventajas. Una es mucho más funcional y cómoda y la otra ofrece un pilotaje más preciso y dispone de mayor estabilidad. Así que la decisión va a depender de que es lo más seguro según la pericia del piloto.
¿Qué tipo de rueda escoger?
También suele haber dudas sobre si es mejor una rueda alta o una baja, y sucede que al igual que la moto y la scooter, estas dos modalidades aportan cosas distintas y tienen prestaciones diferentes.
Las ruedas altas, por ejemplo, proporcionan una mayor estabilidad. Eso se debe al hecho que generan más efecto giroscópico y en consecuencia hacen que sea más difícil caer. También hay que destacar que se gastan menos que las ruedas bajas, ya que por cada vuelta que da una rueda alta, la baja debe dar dos o tres.
Sin embargo, las ruedas bajas son ideales para la ciudad porque ofrecen una mayor manejabilidad a velocidades menores. Además, al ser más pequeñas, permiten un mayor espacio de almacenaje en el cofre de la motocicleta.
Así, la decisión correcta en el uso que se le vaya a dar. Si los desplazamientos van a ser por carretera es mucho mejor la rueda alta por su estabilidad, pero si la moto está pensada para viajar solo por la ciudad, es más cómodo conducir con rueda baja.
Cuanto más ligera, mejor
Otro aspecto que debemos tomar en cuenta a la hora de comprar la moto es que cuanto menos pese, mejor. Esto tanto por la seguridad como por la comodidad y también por el consumo.
Una moto ligera permitirá una mayor movilidad, además de que será más sensible a los movimientos del piloto, incluyendo las aceleraciones y las frenadas. En cambio, las motos pesadas cogen más inercia y por tanto son más difíciles de frenar y tienen una mayor propensión a salirse de la carretera en una curva.
¿Qué aspectos debo considerar antes de comprar la primera moto?
Si ya llegó el momento en el que tu hijo ha comenzado a reclamar una motocicleta o un ciclomotor, y te has decidido a complacerle, es importante que además de buscar la moto más segura, también tomes en cuenta todos los aspectos que dicha compra conlleva:
¿Qué permiso necesita?
Lo primero será tener todos los papeles en regla para evitar problemas con la justicia. Así que asegúrate de apuntar a tu hijo a una buena autoescuela y que reciba todas las enseñanzas, tanto teóricas como prácticas, que va a necesitar.
En cuanto al tipo de permiso que deberá conseguir:
- Si tiene 15 años se puede sacar el permiso AM que son los que permiten conducir un ciclomotor hasta 50 centímetros cúbicos.
- Si ya ha cumplido los 16 entonces puede acceder al carnet A1 que es con el que puede conducir motos hasta 125 centímetros cúbicos.
- Al cumplir los 18 puede acceder a conducir motocicletas con una potencia máxima de 35 Kw (48 CV) y una relación potencia/peso de 0,2 kW/kg y no derivadas de un vehículo con más del doble de su potencia, además de poder llevar pasajero, por lo que deberá tener el permiso requerido.
Hay que formarse e informarse
Aparte de la licencia, es fundamental que nuestro hijo reciba toda la información e instrucción posible. Ya sea de nuestra mano, si es que tenemos experiencia en las dos ruedas, o, a través de escuelas especializadas en conducción de motos. De hecho, si tu hijo nunca ha conducido una moto, debería comenzar por aprender en un circuito cerrado donde pueda coger la confianza suficiente mientras esté lo más seguro posible.
¿Qué tan responsable será el piloto?
En vista de las altas cifras de accidentes en moto, uno de los aspectos que más debes evaluar antes de comprarle una moto a tu hijo es si será lo suficientemente responsable para manejarla.
Debe saber prestar la suficiente atención para adentrarse en un tráfico que a veces es complicado, sobre todo si se trata de una gran ciudad; deberá ser responsable en cuanto al mantenimiento del vehículo y saber que mantenerlo siempre actualizado es una forma de evitar accidentes; y por último pero igual de importante, deberá saber mantener un buen comportamiento mientras circula.
Los gastos de la moto
Como ocurre con cualquier vehículo, su compra no es el único gasto que se debe realizar. Hay que tomar en cuenta los gastos de mantenimiento, la compra de gasolina, la compra del equipamiento necesario (casco, guantes y ropa adecuada…), a los cuales deberás hacerle frente.
El seguro de la moto
Entre los gastos que supone una moto es imprescindible incluir un buen seguro. Para conseguirlo, pregunta por referencias hasta encontrar la mejor opción y una vez que la hayas conseguido, contrata una póliza de moto para jóvenes o una póliza para ciclomotor, dependiendo de tu caso.
También cabe la posibilidad de que puedas incluir a tu hijo como segundo piloto de la póliza, algo que ya aceptan la mayoría de compañías aseguradoras.
Si quieres calcular el precio de la póliza antes de ir a la agencia, te contamos que ahora es muy fácil hacerlo con la ayuda de las nuevas tecnologías y la información que ofrecen los comparadores de seguros. Incluso ahora muchas agencias tienen simuladores de precios en sus páginas web para tal fin. Lo que si te advertimos es que cuanta más cilindrada tenga, más cara suele ser esta póliza.