Joyas que no pueden faltar en una joyería.

Una joyería es una tienda especializada. Las joyas están ligadas a nuestra vida. Es quizás uno de los mejores regalos que podemos hacer, y se encuentran asociadas a determinados eventos importantes como una boda, un compromiso, un nacimiento, etc.  Es importante que el joyero esté al tanto de las tendencias en joyería, que no se quede obsoleto, pero ante todo debe conocer los gustos de su clientela. Estas son las joyas que en contadas ocasiones pueden faltar.

En otros tiempos el joyero era un artesano que trabajaba principalmente por encargo. Adquiría piezas de bisutería fina y las engarzaba y combinaba para obtener un artículo que fuera del agrado del comprador. En sus expositores, aunque las joyas estaban a la venta, principalmente funcionaban como un porfolio que mostraban lo que el artesano era capaz de hacer. También le servían como un indicador que medía que piezas de joyería se vendían más y cuáles menos.

En la actualidad el sector de las joyerías ha cambiado. Aunque siguen quedando algunos joyeros artesanos, las joyerías son meros puntos de venta. Por tanto, necesitan hacerse con proveedores que le surtan de material para vender.

Ricard, que regenta una joyería en Palma de Mallorca, nos dice que internet se ha convertido en un medio estupendo para conocer nuevos proveedores. En alguna ocasión ha recurrido a Novaplata, un mayorista de joyas de plata que opera en la red, para ampliar de esta forma su catálogo. Para un joyero es importante diversificar el producto, no centrarse una única línea de joyas, ni en un pequeño puñado de artículos.

Atendiendo a las necesidades de los clientes, estas son las joyas que no pueden faltar en una joyería:

 Joyas para mujer.

Las mujeres son los principales destinatarios de los artículos que se venden en una joyería. Son las que más joyas van a adquirir a lo largo de su vida y quienes más las van a lucir. Por tanto, el joyero debe estar atento a sus gustos. El periódico El Español publica un artículo sobre las joyas imprescindibles que no pueden faltar en el joyero de una dama. Esto nos puede servir de referencia para saber los artículos que no deben faltar en la tienda.

  • Pendientes de aro.

Sean grandes o pequeños, lisos o con relieve, dorados o plateados, estos pendientes son un clásico que raramente pasa de moda. Puede presentar diferencias en cuanto al diseño de una temporada a otra, pero se trata de un artículo que siempre se vende.

  • Brazalete.

Es un complemento que ha adquirido cierta notoriedad en las últimas décadas. Siempre ha estado asociado a determinadas culturas de otros continentes. Las hippies los reivindicaron en los años 60 y los pusieron en valor. Aportan un toque exótico y misterioso a la mujer. El gusto de las mujeres actuales por llevar los brazos al descubierto favorece el uso de esta joya. Habitualmente queda bien en cualquier escaparate y atrae las visitas de clientes interesados.

  • Sortijas con piedras preciosas o semipreciosas.

Engarzar una esmeralda o un zafiro en una sortija fina de plata, oro o platino aporta un toque de elegancia y distinción a la mujer que lo lleva. Una sortija con un diamante es el sumun de la sofisticación. A las mujeres les gusta llevar una bonita sortija en los dedos, aunque solo la luzcan en ciertas ocasiones. Es un objeto recurrente para regalar; si bien, algunas damas se las compran ellas mismas, e incluso las coleccionan.

  • San Saru.

El San Saru es una cadena plana, fina y sencilla, cerrada con un broche. Los collares y cadenas son otro de los elementos fijos de una joyería. Los collares aparatosos han perdido la popularidad que tenían en otros tiempos. Las mujeres buscan collares más discretos que puedan lucir habitualmente y que se puedan quitar en con facilidad. Esta opción, en concreto, se combina sin problemas con cualquier tipo de look, e incluso se puede complementar con otros collares sin dar una apariencia recargada.

  • Los broches.

Los broches son un elemento identitario para las mujeres que no se deja afectar por el paso del tiempo. Todas recuerdan con nostalgia los broches que lucían sus abuelas, al ver un broche, en cierto modo, las conectan con ellas. Lo bueno de estos complementos es su versatilidad. El hecho de que cada mujer puede adaptarlo a su estilo.

  • Pendientes pequeños.

Los mini-pendientes o pendientes pequeños son una de las piezas más utilizadas por la mujer contemporánea. Son cómodos y discretos. Los hay de distintos modelos. Desde pendientes tipo botón, hasta otros que presentan alguna figura alegórica, como una estrella o una media luna.

Joyas para hombres.

La joyería para hombre es práctica y está pensada para un uso habitual, sin perjuicio de que determinados complementos se luzcan en las grandes ocasiones. Digamos que tiene dos gamas o vías de desarrollo. Una ligada al campo profesional, como un complemento del look de trabajo y otra que pretende transmitir una imagen de modernidad. La revista mexicana C. Q. publica un artículo sobre las joyas indispensables para el hombre, con independencia de las modas. Comentamos algunas de ellas, tanto de una gama como de la otra:

  • Cadenas y colgantes.

Esta es la joya más universal que pueden lucir los hombres. Es apropiada para cualquier edad y para cualquier estilo. Si el hombre se encuentra a gusto con ella, a penas se la quitará. Podemos apreciar diferencias entre una línea más clásica y otra más actual. La clásica apuesta por cadenas de metal, principalmente de plata, mientras que el diseño moderno centra todo el protagonismo en el colgante, sujetado por un fino cordón de cuero o de nailon, habitualmente negro.

  • Pisa-corbatas.

Es un complemento que surgió con una función práctica, la de asegurar estabilidad a las corbatas, e impedir que se movieran. Hoy son un elemento indispensable en el look de cualquier hombre de negocios. En los negocios, la primera impresión es determinante para empezar a entablar una relación comercial. Igual que vestir traje y corbata infunde seriedad, llevar puesto un pisa-corbatas indica atención a los detalles.

  • Los gemelos.

Los gemelos son otro de los complementos que se han revalorizado respecto a su origen. A principios del siglo XX, los puños de las camisas de caballero no se cerraban con botón. Para eso se creó una especie de broche que evitaba que se abrieran. El broche servía para todas las camisas del usuario. La calidad y el material con el que estaba fabricado indicaban el estrato social y el poder adquisitivo del hombre que lo lucía. Actualmente, los gemelos son un complemento habitual entre ejecutivos y hombres de negocio. Las camisas se llevan debajo de la americana del traje. Cuando se extiende el brazo se deja entrever el puño de la camisa y el gemelo que la abrocha. El gemelo simboliza aquello que somos, y no enseñamos, pero que sale a relucir. Es un elemento de distinción para el hombre.

  • Pendientes para hombre.

Los pendientes como los tatuajes han dejado de ser un distintivo de grupos marginales para extenderse al conjunto de la sociedad. Hoy en día, el hombre que lleva puesto un pendiente quiere dar la sensación de ser una persona dinámica, juvenil y liberal. Los pendientes para hombre son pequeños y discretos. Con independencia de que al joyero le guste o no este artículo, siempre es recomendable que tenga una remesa de pendientes para hombre en su stock. Es un artículo que tiene más público del que pensamos.

  • Pulseras de cuero y metal.

Es una joya que ha causado sensación entre los hombres en los últimos años. Son joyas discretas, que se pueden llevar a diario y que proporcionan un aire juvenil y desenfadado, que combina bien con cualquier estilo.

Joyas ceremoniales.

Las joyas están ligadas en nuestra cultura a determinados ritos ceremoniales, algunos de ellos representan cambios importantes en la vida. El joyero debe tener artículos para cubrir esta necesidad. Ponemos tres ejemplos:

  • Alianzas de boda.

Aunque cada vez hay menos gente que se casa en España, las alianzas de oro es uno de esos artículos que no puede faltar en una joyería. Simbolizan la voluntad de mantener una alianza de por vida.

  • Anillos de compromiso.

Los anillos de compromiso se regalan a las chicas. Materializan en un objeto la propuesta que hace el novio a la novia de querer casarse con ella o de formalizar la relación, así como la respuesta afirmativa de ella. Se pueden regalar anillos de compromiso sin necesidad de que se legalice la relación con el matrimonio. Puede simbolizar que la pareja ha dado un paso más allá, como la voluntad de irse a vivir juntos o la de formar una familia.

  • Joyas para recién nacidos.

Cuando un niño viene al mundo está la costumbre de que los abuelos o los padrinos les regalan alguna joya como regalo de bienvenida. Puede ser una esclava o una cadeneta para colgarla en el cuello. Se trata de un vestigio de otros tiempos. Las cadenetas solían venir acompañadas por la medalla de un santo que protegía la salud del recién nacido.

Las joyas que se venden en una joyería deban acompañar las distintas etapas de la vida.

 

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