Las vacaciones son un periodo de tiempo en el cual hay grandes cambios en nuestro día a día. Entre las cosas de mayor importancia que se ven afectados por estos cambios de ritmo se encuentra la alimentación. Existen empresas especialistas en producto naturales como Hida, que defienden que es posible tomar productos naturales y una buena alimentación, aunque queramos dar un respiro en nuestra dieta.
Está caro que en el periodo vacacional de invierno tenemos grandes comidas y cenas, en primavera las fiestas regionales, en verano la temporada de terrazas… siempre hay excusas y tentaciones, pero vamos a dar una serie de consejos para poder alimentarnos de forma saludable en nuestras vacaciones.
Respetar las cinco comidas al día
Hay que mantener los horarios y el número de comidas que haríamos normalmente en el caso de que no estuviésemos de vacaciones, ya que nuestro cuerpo acostumbra a tardar una serie de tiempo en ir acostumbrándose a las nuevas costumbres y puede llegar a resentirse.
En las comidas donde sea necesario un aporte menor en cuanto a calorías, podemos tomar los típicos tentempiés como las empanadillas caseras, las cuales son sencillas de hacer cuando se utiliza el clásico relleno que hace que queden deliciosas.
Otra opción es acompañarlas con zumos o piezas de frutas, logrando así que no se despierte el apetito hasta la próxima vez que tengamos que comer. No se debe picar entre horas.
Ingerir fruta
La fruta podemos decir que es nuestra mejor compañera, ya que aporta el extra que preciamos en todo momento, hidratándonos en verano y en invierno nos da una serie de vitaminas que pueden fortalecer el sistema inmunológico.
¿Qué es mejor, la calidad o la cantidad?
En el caso de alojarse en un hotel con un buffet o se come fuera de casa, es posible optar por una serie de platos pequeños, en lugar de elegir con bastantes cantidades. Hay que dar mucha importancia en que el sitio por el que se opte para comer use alimentos frescos y sea saludable.
Si cocinamos nosotros, hay que usar producto que generen confianza, puesto que conocemos las propiedades y beneficios que nos dan.
Moverse
Debemos estar activos hasta en las vacaciones. Podemos nadar en la piscina, pasear por la ciudad, jugar al fútbol, hacer yoga en la playa, todo ayuda a que te encuentres mejor físicamente.
No olvides ponerte protección solar, una gorra y evitar las exposiciones directas al sol en las horas que haga mayor calor en verano. Piensa que no hay que obsesionarse con lo que se ingiere y que hay, respecto al aporte calórico, educarse y establecer una serie de pautas para nuestra salud.
Consejos para la alimentación de los pequeños en verano
Hemos hablado a nivel general, ahora queremos ser un poco más específico, y es que la estación veraniega tiene una serie de cosas buenas y otras que no lo son tanto. Podemos hablar de los baños en la piscina o en la playa, la existencia de mayores horas de luz para un mejor aprovechamiento del día o esas noches de terraceo o paseo.
Lo más negativo es un mayor calor en ciertas horas centrales del día, los insectos o una alimentación que acostumbra a ser más cuantiosa de lo debido.
A los pequeños de la casa, también les suceden cosas, pero ellos se pasan horas jugando y no necesitan comer nada, mientras que nosotros tenemos ganas de picar o de comer.
Vamos con otros consejos para que los niños alejen aún más las tentaciones que a nosotros nos tientan. Hay que pensar que es necesario gastar energía y tienen que ir recuperándola gracias a la alimentación.
Desayuno fuerte para una mañana intensa
Para los niños las mañanas veraniegas suelen tener a la playa, piscina, amigos o el deporte. Todo ello hace que el desayuno pase a ser la comida de mayor importancia de la jornada, pues las mañanas suelen ser bastante intensas.
Lo mejor para empezar el día es tomar un desayuno compuesto por lácteos, cereales y fruta de temporada.
El almuerzo es fundamental
Las elevadas temperaturas veraniegas y tanto movimiento, posibilitan que se pierda muchas cantidades de energía, por lo que en época estival es fundamental un buen almuerzo. Pueden tomar un batido de frutas natural, una fruta, yogurt, un sándwich, etc. Lo mejor es que se evite la bollería industrial y demás para que la alimentación sea totalmente sana.
Tomate frito para niños
La alimentación deberá ser variada, para que ellos no se aburran, por lo que nuestra recomendación es que a la hora de comer exista un primer plato y un segundo. En ocasiones un plato solo, como una paella o un plato de pasta, no viene nada mal, máxime en los meses de verano.
Damos más opciones, puede darse un primer plato con arroz, pasta o verduras, todo ello acompañado con un aliado tan interesante como el tomate frito. Si vamos a los segundos platos, podemos alternar entre la carne y el pescado, donde el segundo va a ser una inmejorable opción para el verano. No olvidemos tampoco tomar postre después de las comidas, pudiendo ser un yogur o una fruta.
Evitar la merienda-cena
No aconsejamos la merienda/cena veraniega. El tomarla va a significar que la merienda no ha sido la suficiente o que no hubo ninguna clase de alimento en la totalidad de la tarde. No olvidemos lo fundamental que son las cinco comidas diarias, especialmente para los niños.
Creemos que las meriendas deben ser parecidas a las de los almuerzos, de forma que así se evita una cena copiosa, lo cual va a ser más sano y beneficioso para los pequeños de la casa.
En el verano se suele trasnochar y por lo tanto, acostarse a horas más tardías, o que hace que adquiera importancia la existencia de una merienda y que la cena se haga más tarde que en otras épocas del año.
De esta forma se va a evitar que los niños vayan a tener hambre cuando se acuesten y pidan unos macarrones con tomate, por poner un ejemplo.