Divorcio de un matrimonio internacional

El divorcio suele ser un proceso complejo y emocionalmente exigente, especialmente en casos de divorcios internacionales (por ejemplo, cuando uno o ambos cónyuges son de diferente nacionalidad). Además, en la era globalizada actual, esta situación se está volviendo cada vez más común. Las opciones y el procedimiento para los procesos de divorcio internacional requieren una evaluación jurídica individual que tenga en cuenta todos los aspectos del caso.

En el caso de divorcios de matrimonios internacionales, se deben abordar principalmente dos cuestiones:

  1. ¿Ante qué tribunal se puede realizar un divorcio? ¿Podría ser un tribunal español?
  2. ¿Qué ley regirá el divorcio? ¿Ley española u otra?

Dependiendo de las respuestas a estas preguntas, puede surgir una situación en la que un tribunal español decida, pero según la legislación de un estado extranjero.

¿Cuándo tendrá jurisdicción el tribunal español?

En caso de divorcio en un matrimonio internacional, existen dos situaciones básicas para determinar la competencia del tribunal español:

1) Los cónyuges son ciudadanos de un país de la Unión Europea o tienen residencia permanente allí.

Dentro de la UE, la competencia judicial está determinada por el Reglamento (UE) 2019/1111 del Consejo, que entró en vigor en agosto de 2022. En resumen, el tribunal competente para un divorcio internacional es el tribunal del país donde:

  • donde los cónyuges tengan su residencia habitual, o donde hayan tenido su última residencia habitual, si uno de ellos aún reside allí,
  • tiene oponentes, es decir, cónyuge que no ha solicitado el divorcio, residencia habitual,
  • al menos uno de los cónyuges tiene residencia habitual, si se presentó una solicitud conjunta,
  • el peticionario tiene residencia habitual si ha vivido allí durante al menos un año antes de presentar la demanda de divorcio, o 6 meses si también es ciudadano del estado en cuestión.

Al mismo tiempo, se aplica el principio lógico según el cual tiene jurisdicción el tribunal del que ambos cónyuges son ciudadanos.

Las reglas anteriores se pueden aplicar de tal manera que si, por ejemplo, un marido francés y una mujer española, que han vivido juntos en Italia durante mucho tiempo, quieren divorciarse, pero el marido ahora se ha mudado a Inglaterra, el tribunal italiano tendrá jurisdicción. Sin embargo, si ambos cónyuges fueran ciudadanos españoles, el tribunal español tendría jurisdicción incluso aunque ambos cónyuges residan o hayan residido en Italia durante mucho tiempo.

2) Uno de los cónyuges es extranjero y no reside en la UE

Si uno o ambos cónyuges no son ciudadanos de la UE y no viven en la UE, la situación se vuelve más compleja debido a las diferentes regulaciones legales en cada país.

Por ejemplo, la legislación checa establece que los tribunales españoles tienen jurisdicción en los siguientes casos:

  1. Uno de los cónyuges es ciudadano de España.
  2. El demandado tiene su residencia habitual en España.

Al mismo tiempo, un tribunal español puede disolver un matrimonio entre dos extranjeros incluso si el demandado no tiene residencia habitual aquí, por ejemplo, si el demandante tiene residencia habitual aquí y el otro cónyuge se ha unido a la demanda.

Queremos señalar aquí que los tratados internacionales entre estados individuales prevalecen sobre las regulaciones nacionales, señalan los gestores Toledano.

¿Qué ley se aplica en caso de divorcio?

Otra pregunta importante que los cónyuges extranjeros deben hacerse antes de solicitar el divorcio es qué ley deben seguir al preparar la documentación del divorcio y los abogados de qué país deben contactar. Esto es decisivo no sólo para el desarrollo del proceso de divorcio, sino también para regular las relaciones patrimoniales de los cónyuges o para regular las relaciones con los hijos menores, que pueden variar de un país a otro.

España es signataria del Reglamento de la UE de 2010 sobre cooperación reforzada en materia de divorcio. Por tanto, la determinación de la ley aplicable establece las siguientes reglas:

  • El divorcio se rige por el ordenamiento jurídico del Estado que rige las circunstancias personales de los cónyuges en el momento en que se inicia el procedimiento.
  • Las relaciones personales de los cónyuges se rigen por el sistema jurídico del Estado del que ambos son ciudadanos.
  • Si los cónyuges son ciudadanos de estados diferentes, sus relaciones personales se rigen por el sistema jurídico del estado en el que ambos cónyuges tienen su residencia habitual, o en caso contrario por el sistema jurídico español.

Sin embargo, incluso esta regulación está sujeta a tratados internacionales. Este principio ayuda a garantizar la coherencia de todo el proceso judicial al excluir la aplicación del sistema jurídico de un país en el que no se están llevando a cabo los procedimientos de divorcio.

¿Qué hacer si no se puede localizar al cónyuge extranjero?

Puede suceder que uno de los cónyuges desee solicitar el divorcio, pero no sepa dónde se encuentra el otro cónyuge y no pueda averiguarlo. Incluso en tal caso, el divorcio es posible.

El tribunal designa un tutor, generalmente un bufete de abogados, para representar al cónyuge cuyo paradero se desconoce en el procedimiento. El tutor podrá proponer pruebas a favor del otro cónyuge en el procedimiento e interponer recursos. Sin embargo, como en la mayoría de los casos ni siquiera el tutor consigue averiguar dónde se encuentra el otro cónyuge, los procedimientos son relativamente rápidos y el caso no llega al tribunal de apelación.

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